lunes, 12 de marzo de 2012

QUEDATE CONMIGO (CAPITULO 2) BY: BEA Y OLY

Titulo:  Quédate Conmigo  
'No importa que diga el destino, Quédate Conmigo'


Capitulo 2

Al llegar a Grecia ya era de noche, ambos se fueron directo a sus respectivos hoteles a descansar después de un largo viaje.
Cuando los cálidos rayos del sol iluminaban la habitación Carla despertó, con sus manos froto sus ojos y después intento peinarse, vio en su celular que ya eran las 9am, rápidamente se baño y se arreglo para disfrutar del día.

"Pero que lindo es esto" Desde el balcón observo el enorme océano azul, la playa con arena dorada y  las hermosas casas antiguas que complementaban el paisaje.  Saco su cámara de la bolsa y tomo algunas fotos de recuerdo.

Mientras que Roger como buen madrugador ya estaba en las calles adentrándose a la aventura.  Por el momento solo había probado un platillo típico de Grecia y le encanto, en su primer día se adentraría un poco en la historia, visitaría los principales museos de la ciudad.

Carla que disfrutaba de lo simple, había pasado su día en la playa, camino, tomo el sol, tomo más fotos y al final paso horas sentada en la arena contemplando el infinito mar y reflexionando sobre su futuro.
Apenas habían transcurrido unos cuantos días desde que su sueño se hizo realidad, por fin tenía su titulo como Licenciada en Comunicación pero, ¿Y ahora qué? Pensaba que la vida le daría fácilmente las respuestas pero ¡no!,  jamás se había encontrado con tal confusión,  sus padres la presionaban para que buscara un trabajo pero en cambio ella decidió tomar unos días libres de todo y así descifrar su vida.

Por la noche, de vuelta en el hotel Roger paso por el vestíbulo  y llego al elevador, apretó el botón y espero, antes de que este se abriera llego una chica y también apretó el botón.

"Justo lo acabo de presionar, no debe tardar"  Le dijo a la chica, la cual no dejaba de ver su celular.

"Perdón, es que llevo prisa" Le dijo mientras buscaba un numero en su celular

"Un momento, tu voz me suena familiar" Se llevo su mano derecha hacia su barbilla como pensando en algo y dirigió su mirada hacia ella.

"¿Roger? Pero que sorpresa ¿Te hospedas en este hotel, también?" Dejo de ver su celular para ahora mirarlo a los ojos.

"La sorpresa es mía, veo que recuerdas mi nombre" Sonrió dulcemente inconscientemente

"Solo llevamos un día sin vernos, claro que recuerdo tu nombre, no tengo tan mala memoria" Bromeo un poco mientras no podía ocultar la felicidad que le daba verlo, no sabía ni por qué, solo estaba Feliz.

El elevador por fin se abrió, salió una familia de él y por fin pudieron entrar. "¿A qué piso, señorita?"

"¿Ahora también trabajas en el hotel?"

"Soy multiusos" Soltó una pequeña carcajada mientras esperaba la respuesta de Carla para presionar el botón de su piso.

"Al piso 5, ¿Y tú?" Se puso a su lado  dispuesta a presionar el botón después que él

"¿Me quieres robar mi trabajo?" Se puso enfrente del tablero de botones para taparlo

"¿Me quieres provocar? No tengo ánimos para jugar"

Sin que Carla se diera cuenta Roger presiono el botón para detener el elevador

"¿Que paso?" Pregunto asustada

"Creo que se descompuso el elevador"

"No, no, esto no puede estar pasando"  Camino de un lado a otro mientras pensaba en que hacer, miro su celular era muy noche

"Tranquila, no debe tardar en volver a funcionar, ya deben estar arreglándolo"  Trataba de ocultar su risa, no quería que su mentira se descubriera, lo único que quería hacer era pasar más tiempo junto a Carla.

"No sé cómo puedes estar tan tranquilo"

"Mejor platiquemos de otra cosa para que no pienses más sobre esto, cuéntame ¿cómo te fue en tu primer día?"

"No puedo, soy claustrofóbica!!!"
No dejaba de caminar de un lugar al otro, era un elevador de tamaño normal pero Carla empezaba a sentir que le faltaba el aire, más que nada era por el miedo que tenia de quedarse encerrada

"Yo no lo sabía" Roger empezaba a preocuparse

"Deberías estar gritando para que nos saquen de aquí" Movía constantemente sus manos para echarse aire

Roger no sabía qué hacer, su mentira se le había ido de las manos, estaba muy preocupado por Carla, la cual no dejaba de quejarse y su rostro se ponía rojo por la falta de aire. 

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